Debo confesarme optimista, uno que paradójicamente cree en el capitalismo salvaje que humanice el sistema, donde una verdadera emulación de un ecosistema equilibre las cargas.
En un ecosistema animal (llamemoslo así, aunque los humanos tambien seamos animales), las reglas están claras y todos cumplen su rol a cabalidad, hacen uso de sus herramientas naturales para sobrevivir y entran en una competencia franca por conservar su especie. Este “juego limpio” da como resultado un equilibrio que ajusta la tensión propia de mantener todo el planeta en funcionamiento. La especie que desaparece es porque ya no entrega al juego su máximo rendimiento, o porque algún fenómeno natural arrasa y pone a todos a empezar de cero.
El emprendimiento como base de una nueva economía de capital con reglas claras y la tecnología como el rasero que pone a todos los jugadores en las mismas condiciones.
El emprendimiento en la economía actual es la sala cuna del escenario empresarial, y es ahí donde se inculcan los valores que se ponen en el tablero de juego. Los grandes y viejos jugadores han querido corromper ese equilibro cambiando las reglas de juego, haciendo alianzas secretas y generando catastrofes falaces donde sólo ellos quedan con la ventaja del juego.La tecnología por otro lado expone de manera inusual todos los movimientos de aquellos que no están acostumbrados a jugar limpio generando un nuevo fenómeno de mercados que respalda la transparencia y castiga la hipocresía. Pero lo más importante es que esa tecnología da a los emprendedores las mismas herramientas y acceso al mercado que los jugadores más viejos.
Mi poca experiencia como emprendedor me ha brindado la fortuna de poder ponerme sobre hombros de gigantes y ver una perspectiva privilegiada de estos dos fenomenos, llegando a la conclusión que es la combinación de estos dos fenómenos los que nos están pintando un paisaje mejor para el futuro y que si no se construyen escenarios donde interactuen nada tendrá solución.
Seamos pues animales y jugemos rudo, pero claros y diafanos en nuestras motivaciones y acciones. #HazLoCorrecto es la premisa simple que dinamiza resultados productivos en todo el sentido de la palabra.